La osteocondrosis torácica es poco común, pero puede causar muchas complicaciones. Es importante realizar un diagnóstico completo para poder realizar un diagnóstico preciso. El tratamiento debe ser oportuno y completo. Las medidas preventivas ayudarán a prevenir el desarrollo de dicha enfermedad.
La osteocondrosis de la columna torácica es un trastorno degenerativo de las estructuras cartilaginosas. Sin un tratamiento oportuno y competente, la osteocondrosis puede causar diversas complicaciones, por lo que no se puede ignorar. Las medidas preventivas ayudarán a evitar tal patología.
Características generales de la enfermedad
La osteocondrosis es una lesión bastante común del sistema musculoesquelético, pero rara vez afecta la región torácica en comparación con otras partes de la columna. Esto se debe al hecho de que esta parte de la columna vertebral es la menos móvil, por lo que experimenta menos estrés.
Esta característica es el peligro de la enfermedad: sus síntomas son menos pronunciados, por lo que los pacientes van al médico con osteocondrosis avanzada.
La enfermedad se caracteriza por el desarrollo de procesos degenerativos y distróficos. Provocan cambios patológicos que afectan al tejido óseo y cartilaginoso. Si no se trata, la patología cambia la estructura de los ligamentos, los discos intervertebrales y las articulaciones, lo que provoca su destrucción.
Con el desarrollo de la osteocondrosis, las estructuras óseas se ven afectadas primero, luego el proceso patológico se extiende a las estructuras cartilaginosas, los músculos y el tejido conectivo. A una edad temprana, tales cambios patológicos provocan un envejecimiento prematuro del cuerpo.
Clasificación
La patología se caracteriza por una progresión gradual, por lo tanto, hay cuatro etapas (grados), cada una de las cuales se caracteriza por ciertas manifestaciones clínicas y complicaciones:
- La primera etapa generalmente implica la ruptura del disco intervertebral, lo que puede causar un estrés excesivo o un movimiento repentino.
- En la segunda etapa, se observa la protuberancia de los discos intervertebrales. En este caso, el disco sobresale hacia el canal intervertebral; la protuberancia generalmente no mide más de medio centímetro. En esta etapa, se desarrolla la inestabilidad de la columna vertebral.
- La tercera etapa de la osteocondrosis se caracteriza por un aumento en la intensidad de las manifestaciones clínicas y, a menudo, se acompaña de una hernia intervertebral.
- La cuarta etapa de la enfermedad se denomina la más grave y peligrosa. En esta etapa, aparecen los osteofitos. Su proliferación ejerce presión sobre la médula espinal y las terminaciones nerviosas.
Razones
La osteocondrosis puede desarrollarse a cualquier edad. El riesgo de que ocurra no está relacionado con el género.
La enfermedad a menudo se desarrolla en el contexto de los siguientes factores:
- edad: las personas que han cruzado la marca de los 40 años están en riesgo;
- diversas patologías de la columna, incluida la curvatura de la columna vertebral;
- predisposición hereditaria;
- trauma que resulta en daño a los discos intervertebrales;
- estrés crónico;
- hipotermia;
- desequilibrio hormonal, metabolismo material;
- circulación sanguínea alterada en la región torácica;
- características de la actividad profesional que crean una mayor carga en la región torácica.
Síntomas de osteocondrosis de la columna torácica
La enfermedad puede tener varios síntomas y, a veces, se manifiesta de forma atípica. Muy a menudo, la patología se expresa mediante los siguientes signos:
- Dolor. Este síntoma es el principal. Las sensaciones dolorosas generalmente surgen cuando el cuerpo está en una posición durante mucho tiempo, esfuerzo físico, levantamiento de pesas. A medida que avanza la patología, el dolor también se puede observar en reposo y se intensifica debido a cualquier movimiento. Ella puede estar aburrida o adolorida.
- Aplastar en el medio de la espalda. En este caso, es más difícil para una persona respirar. El dolor se siente al inhalar o exhalar profundamente.
- Algunas partes del cuerpo se adormecen.
- Puede haber escalofríos y piel de gallina.
- La temperatura local en las piernas está disminuyendo.
- Se puede sentir picazón y ardor en las extremidades inferiores.
- Si la patología afecta el sistema cardiovascular, provocando un mal funcionamiento, esto puede ir acompañado de descamación de la piel, adelgazamiento de las placas ungueales y aumento de la fragilidad de las uñas.
- Con la progresión de la osteocondrosis, se interrumpe el trabajo de los órganos del tracto gastrointestinal, lo que puede provocar una amplia gama de síntomas: náuseas, ardor de estómago, flatulencia, diarrea, estreñimiento, sensaciones dolorosas en el abdomen.
El dolor es uno de los principales signos de la osteocondrosis torácica, pero puede manifestarse de formas completamente diferentes. En algunos casos, se observa dorsalgia: surgen sensaciones dolorosas en el área afectada y continúan durante mucho tiempo. En otros casos, se produce dolor dorsal: el dolor se manifiesta de manera intensa y aguda, surge en paroxismos, constriñe los músculos e interfiere con la respiración.
El cuadro clínico de la osteocondrosis depende en gran medida de su estadio:
- En la primera etapa de la enfermedad, generalmente se observa una ruptura del disco intervertebral. Este fenómeno se expresa por un fuerte dolor y tensión muscular. Las sensaciones recuerdan el efecto de una corriente eléctrica, cuya descarga parece pasar por la columna.
- En la segunda etapa, se puede observar una protrusión, que se acompaña de dolor en la región torácica, que también puede afectar los órganos internos.
- En la tercera etapa de la patología, el dolor es más frecuente. Se vuelve más difícil para el paciente respirar, aparecen dolores de cabeza. La enfermedad puede interrumpir levemente el trabajo del corazón.
- En la cuarta etapa, debido a la compresión de las raíces nerviosas, puede desarrollarse una neuralgia intercostal. En este caso, se produce un dolor agudo en el pecho. Al principio, afecta solo un área, pero luego se extiende por todo el pecho. Esto dificulta la respiración. El paciente a veces no puede cambiar la posición del cuerpo, el dolor durante varios movimientos se intensifica muchas veces, puede ser insoportable. Debido al dolor intenso, las pupilas pueden dilatarse.
Los síntomas de la osteocondrosis de la región torácica suelen aumentar durante la noche, lo que se asocia con una estancia prolongada del cuerpo en posición horizontal. Después de despertarse, los síntomas se vuelven menos intensos o desaparecen por completo, pero los movimientos bruscos o la baja temperatura corporal pueden empeorarlos.
Las manifestaciones atípicas de la osteocondrosis torácica incluyen los siguientes síntomas:
- Sensaciones dolorosas en la región del corazón. Tal manifestación levanta sospechas de un ataque cardíaco o angina de pecho. A veces, este síntoma dura varias semanas.
- Concentración de dolor en el abdomen, lo que provoca un malestar intenso en el tracto gastrointestinal. Este síntoma aumenta con la actividad física.
- Dolor agudo y espástico en la parte superior del abdomen. Este síntoma es característico de gastritis, pancreatitis, colecistitis.
- En las mujeres, una exacerbación de la enfermedad puede provocar un tirón en las glándulas mamarias. En este caso, hay sospechas de una neoplasia maligna.
- Violación de los órganos genitourinarios.
- Si los cambios patológicos se concentran en la parte superior de la región torácica, el dolor puede afectar el esófago o la faringe. Los pacientes en este caso se quejan de la sensación de un objeto extraño en la garganta.
Solo un médico puede hacer un diagnóstico. La osteocondrosis torácica se acompaña de muchos síntomas que también son característicos de otras patologías. Un especialista calificado podrá comprender todos los matices del cuadro clínico.
Diagnóstico
El médico puede hacer un diagnóstico preliminar ya en la etapa del examen inicial del paciente. Por lo general, un neurólogo se ocupa del problema de la osteocondrosis. El médico examina la columna vertebral en varias posiciones corporales.
Para confirmar el diagnóstico e identificar las características de la patología, recurren a diagnósticos instrumentales. El estudio básico son los rayos X.
Además, también se pueden aplicar las siguientes medidas:
- tomografía computarizada;
- imágenes de resonancia magnética;
- gammagrafía;
- discografía;
- electromiografía.
También recurren a los diagnósticos de laboratorio. Puede consistir en análisis de sangre y orina generales y bioquímicos. Dichos estudios se llevan a cabo con el propósito de un diagnóstico diferencial, revelando las características de la patología y las complicaciones asociadas.
El diagnóstico es necesario no solo para confirmar el diagnóstico, sino también para diferenciar la osteocondrosis de otras patologías. Con su curso atípico, el cuadro clínico puede parecerse a otras patologías que ni siquiera pueden estar asociadas a la región torácica.
Tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica
La enfermedad requiere un tratamiento complejo. Implica no solo el uso de medicamentos, sino también varios métodos de fisioterapia, ejercicios de fisioterapia, masajes.
Durante una exacerbación de la enfermedad, se requiere reposo en cama. La movilidad debe limitarse tanto como sea posible. A menudo, el síndrome de dolor es tan fuerte que el paciente llama a una ambulancia. El tratamiento en este caso se lleva a cabo en un entorno hospitalario.
Restrinja el movimiento durante el tratamiento. Cuando ya no sea necesario el reposo en cama, puede caminar, pero las caminatas largas están prohibidas. El caminar debe alternarse con el descanso. Tampoco debe sentarse en una posición durante mucho tiempo.
Cuando la enfermedad está avanzada, recurren a la tracción. Esta técnica consiste en estirar la columna vertebral. Esto le permite aumentar la distancia entre las vértebras, reducir el tamaño de la hernia intervertebral y activar la nutrición de los discos intervertebrales.
Terapia con medicamentos
Se utilizan varios medicamentos para la osteocondrosis mamaria para aliviar el dolor, la tensión muscular y mejorar el suministro de sangre. Para estos fines, se pueden recetar los siguientes medicamentos:
- La base de la terapia con medicamentos generalmente son medicamentos antiinflamatorios no esteroides, que alivian el dolor y eliminan la inflamación. Dichos medicamentos se recetan en forma de ungüentos y geles para uso externo, tabletas y cápsulas para administración oral, solución inyectable. La terapia puede implicar el uso simultáneo de varias formas de fármacos del mismo grupo. El curso terapéutico suele durar 1-2 semanas.
- Para el dolor intenso, use glucocorticosteroides. Por lo general, los medicamentos se utilizan para inyecciones intramusculares o aplicaciones a través de fisioterapia.
- Los analgésicos también se utilizan para el dolor intenso.
- En caso de dolor insoportable, recurren a bloqueos de medicamentos. Los bloqueos se realizan estrictamente de acuerdo con las indicaciones en un entorno hospitalario.
- Los irritantes tópicos pueden ayudar a reducir el dolor. Pueden basarse en ingredientes naturales: extracto de pimiento picante, veneno de abeja o serpiente.
- Para restaurar la circulación sanguínea en el área afectada, se prescriben inyecciones intramusculares de ácido nicotínico.
- Los relajantes musculares se utilizan para aliviar la tensión muscular.
- Después de detener la exacerbación de la enfermedad, a menudo se prescriben medicamentos para activar los procesos metabólicos y restaurar las estructuras del cartílago. Este efecto lo proporcionan los condroprotectores. Estos medicamentos implican un curso terapéutico prolongado que lleva varios meses.
Solo un médico puede recetar los medicamentos necesarios en un caso particular. Es necesario determinar la duración y el esquema de tomar cada medicamento, tener en cuenta la compatibilidad de varias sustancias medicinales.
Fisioterapia y masajes
Con la osteocondrosis torácica, los métodos de fisioterapia le permiten deshacerse del dolor y restaurar la movilidad. El médico puede recetar los siguientes tratamientos:
- electroforesis o fonoforesis con fármacos, incluidos antiinflamatorios y analgésicos;
- terapia magnética;
- darsonvalization;
- aplicaciones de cera de parafina;
- ozokeritoterapia;
- balneoterapia;
- ultrasonido;
- terapia de barro;
- Terapia UHF.
Se debe prestar especial atención al masaje para la osteocondrosis torácica. En el tratamiento de dicha patología, se pueden involucrar las siguientes técnicas:
- Clásico.En este caso, el masaje consiste en acariciar, amasar, pellizcar, frotar. Tal tratamiento debería ser un curso. Un curso puede incluir hasta 15 sesiones, cada una de las cuales no dura más de 20 minutos.
- Spot.El impacto se puede producir en puntos dolorosos o de acupuntura. Los movimientos se realizan con las yemas de los dedos en un círculo con un aumento gradual de la fuerza de presión.
- En conserva.El uso de latas le permite crear un vacío, lo que aumenta la circulación sanguínea y el drenaje linfático. El masaje con ventosas aumenta el tono muscular, elimina los reflejos patológicos, acelera la microcirculación de varios fluidos en el cuerpo.
- Segmental.Este masaje se realiza para mejorar el riego sanguíneo de la zona afectada, estimular el drenaje linfático y oxigenar los tejidos.
Gimnasia de recuperación
Los ejercicios de fisioterapia proporcionan un efecto excelente sobre la osteocondrosis torácica. Debe realizarse bajo la supervisión de un especialista, pero algunos ejercicios se pueden realizar en casa:
- Calienta antes de la gimnasia de recuperación. Para ello, puedes ducharte y hacer un poco de calentamiento. Consiste en movimientos de manos, rotaciones, giros corporales.
- Acuéstate en el suelo, boca abajo. Ponga ambas manos detrás de la cabeza, mientras extiende los codos. Levanta lentamente los hombros y el cuerpo. Levante el codo derecho primero, luego el izquierdo. Haz 5 repeticiones.
- En la misma posición inicial, coloque las manos detrás de la espalda y sujételas en la cerradura. Realizando una flexión en el torso, levante los brazos hacia arriba sin abrirlos. En el punto extremo, debe detenerse durante unos segundos y regresar suavemente a su posición original.
- Tírate al suelo y pon tus manos detrás de tus hombros. Levanta los hombros alternativamente, moviendo la cabeza en la misma dirección.
- Acuéstese sobre una superficie dura, boca abajo. Estire los brazos hacia adelante mientras levanta el cuerpo. Haz varias repeticiones, luego realiza los mismos levantamientos corporales, pero con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo.
- Siéntese en una silla y coloque ambas manos en su cinturón. Mueva la cintura escapular, levantándola y bajándola suavemente a su posición original. En el punto extremo, es necesario demorarse unos segundos. Haz 5 repeticiones.
- Este ejercicio debe realizarse con un bastón de gimnasia. Es necesario sentarse y levantar los brazos mientras inhala, sosteniendo un palo en ellos. Al exhalar, regrese a la posición inicial e incline el cuerpo hacia adelante.
- Tírate al suelo y coloca tus manos con un bastón de gimnasia sobre tus hombros. Luego, incline el cuerpo hacia la izquierda y hacia la derecha. Este ejercicio está contraindicado en la escoliosis.
- Siéntese en una silla con respaldo, apóyese en ella e inclínese hacia atrás.
Todos los ejercicios deben realizarse de forma suave y lenta. Se excluyen los movimientos bruscos. Si un ejercicio es doloroso, debe dejar de hacerlo y descansar un poco. Si el dolor persiste, se debe finalizar el ejercicio y consultar a un médico.
Pronóstico, complicaciones
Sujeto a la detección oportuna y el tratamiento competente de la osteocondrosis torácica, el pronóstico es favorable. Si se descuida la enfermedad, la esperanza de vida se reduce en aproximadamente un 7%.
La progresión de la osteocondrosis puede conducir al desarrollo de otras patologías:
- protuberancia del disco intervertebral cuando sobresale hacia el canal intervertebral;
- hernia intervertebral: a diferencia de la protuberancia, implica la ruptura del anillo fibroso;
- estenosis del canal intervertebral, arteria vertebral;
- radiculopatía: un complejo de síntomas que se produce cuando se dañan las raíces de la médula espinal;
- cifosis: popularmente llamada jorobada e implica la curvatura de la columna vertebral con la dirección de la protuberancia hacia atrás (plano sagital);
- neumosclerosis;
- tejas;
- neoplasias malignas;
- disfunción sexual.
Prevención
Cualquier enfermedad es más fácil de prevenir que detener y curar los cambios patológicos que ya han ocurrido.
El cumplimiento de las siguientes medidas preventivas ayudará a evitar la osteocondrosis mamaria:
- Mantenga un peso corporal normal.
- Actividad física moderada. Es necesario hacer ejercicio con regularidad o ejercitarse al menos a diario. El conjunto de ejercicios debe incluir elementos para fortalecer la musculatura de la espalda.
- Evitar lesiones, sobrecarga física.
- Manteniendo la postura correcta, si es necesario, realizando su corrección.
- Evitar la sobrecarga emocional, el estrés.
- Nutrición adecuada.
- Eliminación de malos hábitos.
- Correcta organización del lugar para dormir. Es importante seleccionar correctamente la firmeza del colchón, orientándolo a sus características individuales.
- Organice adecuadamente el lugar de trabajo. Si el trabajo es sedentario, entonces debes cuidar una silla con respaldo alto. Es necesario tomar descansos y calentar durante ellos.
- Exámenes médicos oportunos.
- Tratamiento completo y oportuno de cualquier patología.
La osteocondrosis de la columna torácica puede provocar diversas complicaciones que afectan negativamente la calidad de vida. Es necesario a los primeros signos de patología consultar a un médico que diagnostique y prescriba un tratamiento competente. Todas las regulaciones deben seguirse estrictamente.