Artrosis de la articulación del tobillo.

síntomas de artrosis de tobillo

Artrosis de la articulación del tobillo: Daño degenerativo-distrófico del tejido cartilaginoso. Pero dado que a medida que avanza la enfermedad, las superficies articulares de los huesos se ven involucradas en el proceso, es más correcto llamarla osteoartritis. En la literatura extranjera, al describir esta enfermedad, se utiliza el término osteoartritis, que indica no solo cambios degenerativos, sino también inflamación en este contexto.

Osteoartritis: Se trata de una enfermedad articular crónica y progresiva en la que se destruyen el cartílago, las superficies articulares de los huesos, la cápsula y los tejidos periarticulares. Esto provoca dolor y problemas de movilidad articular. El tobillo rara vez sufre osteoartritis, a diferencia de la rodilla. La enfermedad se presenta con mayor frecuencia en mujeres mayores de 50 años y en deportistas que han sufrido lesiones en los pies. Para la artrosis de la articulación del tobillo, el tratamiento depende de las manifestaciones de la enfermedad y lo selecciona individualmente un traumatólogo ortopédico. Los médicos utilizan métodos que han demostrado su eficacia y seguridad y practican un enfoque multidisciplinario para tratar el problema y prevenir la progresión de la patología articular.

Este artículo es de carácter consultivo. El tratamiento lo prescribe un especialista previa consulta.

osteoartritis de la articulación del tobillo

Cómo se desarrolla la enfermedad

La articulación del tobillo está formada por tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo, cubiertos por una cápsula articular y reforzados por ligamentos. Gracias al trabajo de los músculos, el pie se dobla y se extiende. Normalmente, las superficies articulares son lisas y se deslizan fácilmente entre sí durante los movimientos. Cubierto por un cartílago denso y elástico, su función principal: protección ósea y absorción de cargas. La cavidad articular contiene líquido sinovial. Desempeña el papel de lubricación intraarticular, evitando la fricción de los elementos articulares y su abrasión durante los movimientos.
Pero como resultado de una lesión o del envejecimiento natural de la articulación, las superficies articulares se vuelven ásperas y el tejido del cartílago pierde su tersura y elasticidad. Cuando el cartílago se daña y a medida que avanzan los cambios degenerativos, los huesos comienzan a entrar en contacto entre sí al moverse en la articulación, lo que se acompaña de dolor.
En un intento de "defender"y para compensar daños mayores a la articulación y los tejidos circundantes, se forman osteofitos; Crecimiento a lo largo de los bordes de las superficies articulares de los huesos. Como resultado, la movilidad de la articulación se limita parcial o incluso completamente.

Dependiendo de la causa raíz, se distinguen los siguientes tipos de osteoartritis:

  1. Artrosis primaria o idiopática. En este caso estamos hablando de cambios degenerativos-distróficos en la articulación.
  2. La secundaria se asocia con la exposición a un factor causal específico, generalmente una lesión articular previa. Y esta forma se diagnostica con mayor frecuencia.

Factores predisponentes

Los principales factores predisponentes para el desarrollo de artrosis de la articulación del tobillo:

  • Lesiones intra y periarticulares, como fracturas óseas, desgarros y roturas de ligamentos.
  • cirugía de tobillo
  • lesiones inflamatorias de las articulaciones en el pasado
  • cargas intensas: deportes profesionales, ballet, caminatas largas, trabajos asociados con largos períodos de estar "de pie"
  • estilo de vida sedentario
  • usar tacones altos durante mucho tiempo
  • sobrepeso
  • colagenopatías hereditarias que conducen a una síntesis alterada de colágeno
  • Lesión crónica de las estructuras articulares debido a cargas excesivas.
  • Trastornos metabólicos: diabetes, gota.
  • deficiencia de estrógenos en mujeres posmenopáusicas
  • enfermedades reumáticas
  • deformidades del pie, como pie plano
  • cambios degenerativos-distróficos en la columna, complicados por la formación de una hernia intervertebral, que se acompaña de compresión de la raíz nerviosa

Artrosis del tobillo: síntomas.

El principal signo de artrosis: El dolor es lo que te hace buscar ayuda de un médico. Al comienzo del desarrollo de la enfermedad, el dolor molesta sólo después de un ejercicio prolongado y disminuye con el reposo.
Dependiendo de la etapa de los cambios patológicos en la articulación, el dolor se vuelve más intenso y persiste en reposo e incluso durante la noche. Se producen otros síntomas.

Hay tres etapas de la enfermedad:

  1. La primera etapa se caracteriza por una ligera hinchazón, enrojecimiento de la piel de la zona de la articulación, dolor durante el día o después de un ejercicio intenso. Las sensaciones desagradables se localizan a lo largo de la superficie anterior del pie, a lo largo de la línea de la articulación y se trasladan a las superficies laterales del tobillo. Es posible que la radiografía del pie aún no muestre ningún cambio.
  2. En la segunda etapa, el dolor se vuelve constante, aparece un crujido al mover la articulación, la movilidad es limitada y la articulación se "bloquea". Cuando se examina en una radiografía, se notan crecimientos a lo largo de los bordes de las superficies articulares de los huesos: tibia, tobillos y astrágalo, así como un estrechamiento del espacio articular.
  3. En la tercera etapa, la articulación se deforma, por lo que sólo son posibles movimientos oscilantes y de baja amplitud. La radiografía revela crecimientos óseos masivos, el espacio articular está muy estrechado o incluso ausente. Debido a la inestabilidad de la articulación, los pacientes suelen torcer la pierna, lo que sólo agrava la situación debido a esguinces, roturas de ligamentos y deterioro del estado general.

El dolor con artrosis de tobillo tiene rasgos característicos:

  • Máximo expresado al inicio del movimiento: el llamado dolor inicial
  • Aumenta significativamente con la carga, especialmente al correr, saltar.
  • A menudo aparece al anochecer, por la noche o inmediatamente después de despertarse.

Debido al dolor, se produce una movilidad limitada del pie, así como un atasco en la articulación a medida que se destruye el cartílago.
Los síntomas se manifiestan en oleadas: las exacerbaciones se alternan con remisiones. Con una exacerbación, los síntomas son más pronunciados. Durante la remisión, los síntomas desaparecen gradualmente e incluso pueden desaparecer por completo.

¿A qué médico debo contactar?

Si se produce dolor y rigidez en los movimientos del tobillo, se debe consultar a un traumatólogo ortopédico. Si se identifica otra causa de malestar en las articulaciones, es posible que sea necesaria una consulta con un neurólogo, reumatólogo o endocrinólogo.

Diagnóstico

Para hacer un diagnóstico, el médico aclara las quejas, especifica cuánto tiempo se ha observado el dolor, lo que contribuye a su aparición e intensificación. El especialista recopila datos sobre enfermedades, lesiones y características del estilo de vida existentes, realiza un examen, evalúa la amplitud de movimiento de la articulación y realiza pruebas de diagnóstico.

Ya sobre la base de la información recibida, es posible asumir el diagnóstico, pero para confirmarlo y elaborar un plan de tratamiento competente, se necesitan métodos de examen adicionales, que pueden incluir:

  • Radiografía de la articulación del tobillo, que es de primordial importancia para realizar un diagnóstico y determinar la etapa de desarrollo de la enfermedad. Las imágenes muestran estrechamiento del espacio articular, osteofitos en los bordes de las superficies articulares de los huesos, quistes y signos de adelgazamiento del hueso situado debajo del cartílago.
  • Una tomografía computarizada de la articulación refleja la imagen con más detalle. El médico puede evaluar en detalle el estado de las estructuras óseas y del tejido cartilaginoso del paciente.
  • La resonancia magnética se utiliza para estudiar cartílagos y tejidos blandos.
  • Ultrasonido de la articulación para evaluar el estado de las estructuras articulares blandas.

Tratamiento de la artrosis

El tratamiento de la patología es a largo plazo y se lleva a cabo bajo la supervisión de un traumatólogo ortopédico de forma ambulatoria. La forma de curar la artrosis de la pierna depende del estadio del daño y de las complicaciones existentes.

Los principales objetivos del tratamiento de la enfermedad en una clínica moderna son aliviar el dolor en las piernas, mejorar la calidad de vida del paciente y ralentizar la progresión de la artrosis. Para ello, el médico desarrolla un conjunto de medidas terapéuticas y preventivas, medicinales y no medicinales, y también ajusta el estilo de vida del paciente.

Corrección del estilo de vida y nutrición.

Una suficiente actividad física y una corrección nutricional ayudarán a frenar los cambios degenerativos. Después del examen, los médicos de la clínica pueden dar recomendaciones para perder peso, así como optimizar la carga en las piernas.

Tratamiento farmacológico

Los medicamentos se seleccionan individualmente, según los datos de los exámenes, los síntomas y las enfermedades concomitantes. Al paciente se le puede prescribir:

  • Analgésicos. En la mayoría de los casos se trata de medicamentos antiinflamatorios no esteroides en forma de tabletas, geles e inyecciones para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Antidepresivos y anticonvulsivos para el dolor prolongado, intenso y difícil de tratar.

Terapia de ejercicio

Los ejercicios especialmente seleccionados ayudan a mantener la amplitud de movimiento de la articulación, reducir el dolor y frenar la progresión de los cambios degenerativos. El paciente realiza los ejercicios recomendados al principio bajo la supervisión de un especialista y luego, durante el día. solo, en casa.

Masaje

El masaje de las extremidades inferiores normaliza la nutrición de los tejidos articulares. Se prescribe fuera de la fase aguda. Durante la sesión, el especialista realiza movimientos pasivos en la articulación, lo que previene el acortamiento muscular y la rigidez articular.

Dispositivos de ayuda

Se pueden recomendar ortesis, bastones y andadores especiales para aliviar el estrés y estabilizar la articulación del tobillo.

Cirugía

Se utiliza sólo en casos de destrucción severa del cartílago articular y movilidad articular limitada. Después de la operación pasa un largo período de rehabilitación y tratamiento conservador. Endoprótesis o artroplastia en las últimas etapas del desarrollo de la artrosis del tobillo; Prácticamente la única oportunidad de evitar la discapacidad y mantener la movilidad articular.

¿Por qué es peligrosa la artrosis de tobillo?

Los cambios ya formados en la articulación son irreversibles. Por tanto, el tratamiento tiene como objetivo ralentizar el proceso patológico para preservar la capacidad de trabajo y la calidad de vida del paciente. Es posible lograr tales objetivos solo con un tratamiento oportuno y un estricto cumplimiento de las recomendaciones del médico.
A medida que se desarrolla la artrosis, se forma una deformación pronunciada de la articulación. La amplitud de movimientos disminuye drásticamente, como resultado, la capacidad de sostener el pie se vuelve difícil, caminar sin muletas o bastón es casi imposible.
El dolor crónico y constante en las articulaciones provoca ansiedad y trastornos depresivos.

Prevención

La prevención de la artrosis incluye las siguientes medidas:

  • Evite actividades traumáticas. Por ejemplo, saltar desde grandes alturas, correr
  • Evitar lesiones
  • Tenga cuidado en condiciones de hielo, use zapatos antideslizantes.
  • Controla tu peso corporal
  • Normalizar el peso corporal ayudará a reducir la tensión en la articulación del tobillo.
  • Manténgase moderadamente activo
  • Un estilo de vida sedentario es peligroso y provoca complicaciones, así como sobrecarga excesiva y microtraumatismos.
  • Mantén tus articulaciones sanas
  • Consulte a un médico con prontitud y trate las enfermedades musculoesqueléticas.

Puntos principales del artículo:

  • La prevalencia de enfermedades degenerativas-distróficas de las articulaciones del pie es del 87%.
  • Los riesgos laborales, los hábitos cotidianos y las lesiones pasadas pueden provocar artrosis de la articulación del tobillo.
  • Un síntoma común de artrosis: dolor, que se acompaña de un crujido al moverse, hinchazón local y, posteriormente, movilidad limitada del pie
  • El tratamiento de la artrosis de tobillo suele ser conservador e incluye métodos tanto medicinales como no medicinales.
  • La progresión de la artrosis del tobillo conduce a discapacidad y pérdida completa de la función del pie.